Pozo

Suministro de agua potable en Burkina Faso

El Club de Burgos, con la colaboración de la Diputación Provincial de Burgos, ha construido un pozo de agua en la región del Sahel

La obra, cuyo desarrollo ha sido difícil y costoso, ha supuesto una inversión de 18.900 euros.

Los clubes rotarios de Burgos y Valladolid han finalizado la construcción de un pozo de suministro de agua potable en el Municipio de Arbinda, en la provincia de Sum y la región del Sahel (Burkina Faso), que abastece al campo de refugiados amenazados por terrorismo yihadista.

En la financiación de este proyecto de cooperación internacional, que ha sido posible gracias a los desvelos de tres rotarios, dos burgaleses, Ignacio Moral y Soledad Carrillo, y un vallisoletano Fernando Leal Herrero.

Ha colaborado de forma muy importante la Diputación Provincial de Burgos.

Se trata de un pozo con deposito elevado accionado por una bomba y paneles solares, una obra realizada en una de las zonas africanas más secas, que permitirá el aprovisionamiento de agua a cerca de 30.000 personas.

Debido a la alta inseguridad en el Sahel por los ataques terroristas de etnias rivales a la población cristina y la llegada de numerosos desplazados, más de 22.000 venidos de los pueblos fulses al Norte, la mayoría cristianos, que se refugiaron en Arbinda, muchos de ellos mujeres y niños; desde hace dos años el Club Rotario de Burgos decidió afrontar este proyecto de aprovisionamiento de agua para los habitantes de esta localidad.

La inseguridad y peligrosidad de la zona y la inestabilidad política ha hecho que el desarrollo y la construcción del pozo sea difícil y costosa. La obra ha supuesto una inversión de 18.900 euros.

El rotario burgalés Ignacio Moral justifica este proyecto y recuerda que hasta ahora: “En época de lluvias, buena parte de las mujeres iban a coger el agua con bidones de plástico a las charcas de la localidad. Como allí también beben los animales, al entrar contaminan con sus patas el agua de la charca y las diarreas y enfermedades intestinales son moneda corriente, sobre todo en los niños”.

Durante la construcción la empresa constructora tuvo varios ataques, en uno de ellos murieron 7 trabajadores; y gracias a la determinación de la constructora y a la colaboración de un religioso, del padre misionero  blanco y párroco de Arbinda Eugenio, los clubes de Burgos y Valladolid han podido ver construido el pozo y la población dispone en estos momentos del agua potable que necesita.

La aportación en agua que la región va a recibir de la perforación realizada por el ROTARY CLUB va a beneficiar a toda la población, especialmente a las familias más pobres y desfavorecidas por las dificultades que tienen de aprovisionamiento de agua al carecer de medios de transporte.

Con esta iniciativa de Rotary se cumplen también los objetivos de Desarrollo que promueve la ONU que establecen el derecho humano de garantizar la disponibilidad de agua, la gestión sostenible y el saneamiento para todos.